Los laberintos son una herramienta de diagnóstico bastante eficaz para detectar la rapidez del aprendizaje y la percepción ayudando a desarrollar las funciones ejecutivas y la toma de decisiones ante una situación que, a esta edad, resulta confusa, caótica y, a la vez, divertida.
Los juegos ayudan a construir una base sólida y unos buenos ambages para el aprendizaje matemático posterior, posibilitando una adquisición temprana de la abstracción, facilitando la capacidad de concentración y la razón espacial, además del reconocimiento de figuras geométricas y problemáticas relacionadas con la geometría, tanto en Educación Primaria como en Educación Infantil.
Los laberintos, así como otro tipo de puzles, son un buen anclaje para un ulterior desarrollo de la manipulación de espacios, figuras unidimensionales, bidimensionales y tridimensionales o el aprendizaje algebraico.
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One comment
Oliva Denisse Rodríguez Tapia
Quiero que mi hija estudie las sumas fáciles y sencillas