El cerebro y los sentidos: Los órganos de los sentidos captan información del exterior. Pero esa información no se queda en ellos, sino que viaja hasta el cerebro a través de los nervios. El cerebro recibe la información y la interpreta.
El sentido de la vista
La vista nos permite percibir la forma y el color de los objetos, tanto de los cercanos como de los lejanos. También nos permite conocer la distancia a la que se encuentran los objetos y el tamaño que tienen. Para poder ver debe haber luz y esta debe llegar a los objetos que queremos ver.
Los ojos
Los ojos son los órganos del sentido de la vista. Están protegidos por los párpados, las pestañas y las cejas. La luz entra en el ojo a través de la córnea, que es transparente. Luego, pasa por un agujero redondo, la pupila, que está rodeada por un anillo coloreado, el iris. A continuación hay una lente llamada cristalino.
En el fondo del ojo se encuentra la retina, que capta la luz. De ella sale el nervio óptico, que lleva la información al cerebro.
¿Qué partes del ojo sirven para protegerlo? ¿Cómo lo hacen?
Las partes del ojo que sirven para protegerlos son los párpados que al abrir y cerrar limpian el ojo de impurezas y lubrican la membrana que lo conforma. Las pestañas que atrapan partículas de polvo y las cejas que evitan que el sudor de la frente llegue hasta el ojo.
Un mismo objeto se ve más grande o más pequeño según este más cerca o más lejos, pero eso no supone que el objeto cambie de tamaño ni que todos los objetos grandes se encuentren cerca de quien mira.
El sentido de la audición
El sentido de la audición nos permite captar sonidos y reconocer si son graves o agudos, fuertes o débiles, qué los produce y de dónde proceden.
El sonido viaja como ondas que no se ven pero que existen y rebotan en los pliegues de las orejas como una bola en una mesa de billar.
Los oídos
Son los órganos del sentido de la audición. En el exterior del oído está la oreja, que recepciona el sonido. A continuación, el sonido pasa al conducto auditivo hasta llegar al tímpano, que vibra como un tambor. El tímpano está unido a una cadena de huesecillos que se mueven cuando vibra el tímpano. Los huesecillos se unen al caracol, también llamado cóclea, que es el que capta finalmente los sonidos. Del caracol sale el nervio auditivo, el cual se encarga de llevar la información al cerebro.
Intensidad de los sonidos No todos los sonidos son iguales. Según la intensidad, los sonidos pueden ser débiles, como el canto de un pajarito; o fuertes, como el rugido de un león.
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La vista permite conocer la forma, el color y el tamaño de los objetos. El oído nos permite captar los sonidos y reconocer sus características.
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